lunes, 21 de septiembre de 2015

Nissan Skyline Sport Coupe 1962

  • País: Japón
  • Cilindrada: 1862cc
  • Potencia: 94CV/4800rpm
  • Transmisión: Motor delantero, tracción trasera
  • Peso: 1350kg/2970lb


El mayor problema al que tuvieron que hacer frente los ingenieros japoneses de los años 60 fue el diseño. Aunque tenían la tecnología necesaria para la construcción, no eran capaces de mostrarla de forma atractiva. Para ellos, Italia era el deslumbrante centro mundial del diseño automovilístico y, por este motivo, Prince Automotive solicitó una reunión con Giovanni Michelotti, el diseñador más destacado a nivel mundial de la época.

Prince quería un deportivo. Sobre un chasis construido por Prince sin carrocería, Michelotti diseñó un coche abierto y un cupé. Subrayando las lineas rectas y rotundas, su punto más destacado eran los faros de 4 haces con los extremos elevados que le daban un acabado muy agresivo.

Ambas compañías se entregaron totalmente al proyecto y expertos en fabricación de carrocerías italianos acudieron a Japón inmediatamente después de la llegada del prototipo, para ofrecer su consejo. Los ingenieros japoneses aprendieron así a lograr unas superficies suaves y otras técnicas de fabricación de alto nivel. Como era un producto muy especial casi todo estaba fabricado a mano. El precio era de 1,850,000 yenes, el mismo que el de una gran casa familiar, por lo que solo se construyeron 60 unidades.



El nombre del vehículo fue Skyline, y se basaba en el Gloria con un motor de 1.9 L. Fue el resultado de la apuesta decidida por el alto rendimiento, y la velocidad máxima de 150 km/h superaba claramente para 1960 los límites de lo habitual.

El exterior tenía un diseño muy sencillo, con lineas rectas. El interior era espacioso y brillante, con instrumentos fáciles de ver, y fue muy bien acogido entre los consumidores.

Los mecanismos que utilizaba eran extremadamente sencillos, acordes con su idea básica. No tenía un sistema de suspensión complejo como los modelos Skyline y Luxury Gloria del pasado, pero aun sin tener demasiado potencial, acababa por ofrecer una suspensión muy natural de respuesta rápida.

Para maximizar la suspensión se ofreció una palanca de cambios de 4 velocidades en 1965, además del cambio automático sincronizado de 3 velocidades anterior. En realidad era un modelo réplica del de competición que utilizaba la tecnología del GP de Japón del año anterior y, a partir de ese momento, el nombre del Skyline se convirtió en sinónimo de deporte automovilístico. Por último, el Skyline 1500 recibió un motor de alta potencia OHC de 88 CV en 1966, en un homenaje al último de los gloriosos automóviles Prince.


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